Menú Menú

Publicaciones Científicas

11/02/2013

El tratamiento de los tumores del sistema músculo-esquelético

El tratamiento de los tumores del sistema músculo-esquelético es complejo y depende principalmente de la naturaleza del tumor (benigno o maligno), de su localización y de la edad del paciente.

Los tumores benignos son clasificados desde totalmente inactivos hasta muy agresivos localmente. Lo que quiere decir que, en algunos casos, pueden ser solo seguidos en consulta, sin realizar ningún tipo de tratamiento y en otros casos se requiere cirugía, aunque no tan agresiva como la de los tumores malignos.

Los tumores malignos óseos, dependiendo de estirpe y del grado de malignidad pueden requerir quimioterapia asociada a la cirugía, tal como sucede en el OSTEOSARCOMA Y EL SARCOMA DE EWING; en otros casos como el CONDROSARCOMA, el tratamiento es exclusivamente quirúrgico. En los sarcomas de partes blandas, el tratamiento básico es la cirugía, pero en algunos casos se debe asociar la radioterapia y la quimioterapia.

Es muy importante resaltar, que desde hace 2 décadas, la amputación no se realiza en la gran mayoría de los casos, como tratamiento quirúrgico y la cirugía conservadora del miembro es una realidad, mediante trasplantes óseos, prótesis tumorales o combinaciones de ambos. Para que esta situación sea posible ha sido indispensable la colaboración de la quimioterapia y radioterapia, en los casos que están indicadas y la utilización de las modernas pruebas de imagen que nos delimitan claramente la situación anatómica del tumor.

Desde mediados de los años 70, cuando aparecieron diferentes artículos en el New England Journal of Medicine y en la prestigiosa revista científica Cáncer, donde analizaban la mejoría en la supervivencia de pacientes diagnosticados de Osteosarcoma, ha existido controversia en el tratamiento real de estos pacientes y su impacto en la esperanza de vida, sin embargo día a día el pronóstico de estos pacientes mejora, llegando a las incuestionable cifras de supervivencia de 60-80% (en pacientes sin metástasis), que reportan las diferentes Instituciones especializadas en el tema y que paulatinamente inundan la literatura médica. Esto se debe principalmente a los avances en los tratamiento de quimioterapia y radioterapia, pero además, existen múltiples factores que han ayudado a mejorar el  pronóstico de estos pacientes, empezando por la concientización de que este tratamiento debe ser multidisciplinario y en Centros de referencia y por especialistas totalmente dedicados  a esta lucha y continuando con los avances en las técnicas de imagen como es la Resonancia Magnética, en la cirugía y en la biología molecular. Aunque la biología molecular de los tumores no esta completamente comprendida, se considera que alguna anormalidad genética se requiere para transformar una célula normal hacia una célula maligna, por lo tanto las investigaciones actuales avanzan rápidamente en la búsqueda de oncogenes, de genes supresores de tumores, de aberraciones cromosomales, del contenido y de la proliferación anómala del DNA buscando una base para reclasificar los tumores de acuerdo a las propiedades y características biológicas del Cáncer y predecir la virulencia del mismo.

Paralelamente a lo anteriormente referido y concretándonos a los tumores del sistema músculo-esquelético, los cirujanos oncológicos ortopédicos han aportado una clasificación estandarizada, tanto para el estadio en que se encuentra la enfermedad, como para determinar el tipo de resección quirúrgica a realizar, con la ventaja de utilizar un mismo lenguaje, que pueda ser comprendido en cualquier lugar del mundo; esta clasificación ha sido de suprema importancia, ya que de una manera uniforme se pueden equiparar los diferentes proyectos de investigación  tanto clínica como científica que se realicen en diferentes Instituciones. Así mismo, aportaron nuevas técnicas quirúrgicas más precisas para resecar el tumor y en la mayoría de las ocasiones evitando la amputación de la extremidad afectada. Recalquemos que estas técnicas quirúrgicas deben ser realizadas por cirujanos ortopédicos debidamente entrenados en esta área, por que de nada serviría una buena respuesta del tumor a la quimioterapia o a la radioterapia sin una cirugía verdaderamente oncológica. Aparte de ello los cirujanos torácicos, aportaron su grano de arena, realizando con relativo éxito la resección de metástasis pulmonares, cuando estaban indicadas.

Si además queremos conservar la extremidad afectada por el cáncer, satisfaciendo la función locomotriz del paciente, en el momento actual se puede optar por la implantación de prótesis tumorales masivas, también con prótesis tumorales hechas a medida del paciente, en caso que no se puedan utilizar las convencionales tumorales. También como alternativa existen los transplantes óseos, para el que es necesario contar con un fiable «Banco de Huesos» que es aprovisionado por los donantes de órganos, lo cual afortunadamente en España esta muy bien desarrollado y en la vanguardia de Europa. Cada día, la donación de órganos  forma parte de una sociedad más caritativa, pero ante todo debemos informar a la población general que además del corazón, riñones, corneas, etc., existen pacientes que necesitan nuevos huesos para reemplazar el que se encontraba con cáncer y que estos son susceptibles de donación.

La supervivencia de pacientes con este tipo de cáncer, no es una ilusión, no es una utopia, es palpable, es real y no nos debe sorprender que entre todos los avances médicos de las últimas décadas, éste sea uno de los más importantes e impactantes.

En la época actual el tratamiento de esta enfermedad, no puede ser de ningún motivo anecdótico, ni tampoco empírico, ni mucho menos realizarlo con una idea pesimista desde el principio. Recalcando la rareza de estos tumores, es difícil que un médico por sí solo o una Institución por más grande que sea, pero que no sea de referencia para estos tumores, logre captar un número suficiente de pacientes, para brindarles un tratamiento serio y científico; se concluye que su tratamiento debe ser en Instituciones de referencia a la que todos los médicos puedan consultar y referir sus pacientes cuando sea necesario, sin ningún impedimento; estas Instituciones deben contar con un grupo de médicos subespecializados en esta patología que básicamente serían: cirujano ortopédico oncológico, patólogo, oncólogo médico, oncólogo radioterapeuta, radiólogo músculo-esquelético, psiquiatra y/o psicólogo, con un grupo de enfermeras y asistentes sociales que colaboren estrechamente con los  médicos y familiares.

Las decisiones terapéuticas deben basarse en comités de tumores entre estos subespecialistas, y nunca una decisión debe basarse en conceptos individuales, todo esto solo se obtiene mediante una buena organización.

Los tumores del aparato locomotor, deben de dejar de ser el mito de hace varios años, en los cuales la palabra pesimismo era la más nombrada, actualmente con personal debidamente entrenado en Instituciones de referencia y con un trabajo en grupo, la batalla contra este cáncer se esta librando con éxito en cuanto al tratamiento precoz. Aunque queda mucho camino por recorrer, las puertas están abiertas para el optimismo y ya pronto estaremos en capacidad determinar el comportamiento biológico del cáncer y la lucha será de igual a igual, o sea desde la raíz misma del problema.

Tratamiento de tumores músculo – esqueléticos

La medicina en el momento actual y principalmente por su gran desarrollo, tiende a tratamientos que incluyen múltiples especialidades, que deben de estar totalmente integradas y que exista una relación fluida y constante entre ellas y con ese objetivo se crean las Unidades multidisciplinarias.

En cuanto a los tumores músculo esqueléticos por su infrecuencia y complejidad de las imágenes radiológicas, de las apariencias histopatológicas y de los serias consecuencias que se originan de biopsias y tratamientos inadecuado; el manejo clínico incluyendo pruebas diagnósticas, terapias adyuvantes, tratamiento quirúrgico y análisis de los especímenes resecados deben ser llevados a cabo por un grupo de especialistas con formación específica (sub-especialización) en este tipo de lesiones, no concibiéndose otra estrategia terapéutica.

Se ha demostrado que pacientes no tratados en unidades multidisciplinarias, su pronóstico se ha visto seriamente afectado, tanto por realización de biopsias o tratamiento inadecuados.

Es de anotar que el porcentaje de mortalidad de este tipo de tumores ha mejorado de una forma espectacular en las dos últimas décadas y se puede afirmar que entre todos los tipos de cáncer, los tumores malignos del sistema músculo-esquelético, son los que más han avanzado en este tema. Se ha llegado  a porcentajes de supervivencia que ronda los 60 – 80 % a 5 años, con tumores de alto grado de malignidad y sin metástasis detectables en el momento del diagnóstico inicial. El porcentaje de supervivencia de tumores malignos de bajo grado de malignidad ronda el 70 – 100%

Las causas de este gran avance es multifactorial y podemos resumirlos en lo siguientes puntos:

  • Advenimiento de los diferentes protocolos de poliquimioterapia y de diferentes técnicas de radioterapia
  • Conocimiento exacto de la localización del tumor mediante modernas técnicas de imagen (Resonancias Magnéticas, TC multicortes, AngioTC, PET-TC, SPECT)
  • Avance en el desarrollo de las técnicas quirúrgica
  • Avance en ingeniería biomecánica y materiales de prótesis
  • Conocimiento de la historia natural de los tumores.

Pero, lo más importante es unir todos estos avances en un equipo multidisciplinario de super-especialistas